La presidenta nacional de Afammer, Carmen Quintanilla, habló en Santiago de Compostela de conciliación vida laboral y familiar en Galicia
La presidenta nacional de la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural (Afammer,) Carmen Quintanilla, ha participado como ponente en las jornadas La vida Familiar y Laboral de las Mujeres Gallegas en el Medio Rural: La Necesaria Conciliación, organizada por el Servicio de Igualdad de Oportunidades de la Xunta de Galicia.
Quintanilla se desplazó hasta Santiago de Compostela para exponer los puntos básicos del Reto de Conciliar la Vida Familiar y Profesional en la Sociedad rural. La presidenta nacional enmarcó su ponencia en la base de una sociedad rural tradicionalmente patriarcal, donde ha imperado el machismo y la mujer ha ocupado un papel secundario.
El proceso de cambio de mentalidad- explica Quintanilla- es más lento en el ámbito rural donde, además, a los hombres les cuesta ceder parcelas que han sido hasta ahora eminentemente masculinas.
Quintanilla, quien, además, aprovecho para hacer balance de la organización que preside, explicó como desde el trabajo continuado durante 21 años, se está consiguiendo que el trabajo de la mujer rural no sea invisible. Añadió, como en este cambio de mentalidad los hombres, empiezan a ceder terreno que consideraban masculino, aunque si bien es cierto, las tareas de las mujeres rurales no están justamente recompensadas. Pero la dificultad, añadió la presidenta nacional- de conciliar la vida personal y profesional en la mujer rural, no sólo encuentra trabas desde el punto de vista de la cultura doméstica, la discriminación y las dificultades parten también del plano laboral.
Por tanto, la presidenta nacional de Afammer quiso que los hombres y mujeres Gallegos, una de las comunidades con más zona rural de España, entendieran que debe ser la propia sociedad rural la que asuma, que si no cambia de mentalidad y no considera a la mujer en igualdad de condiciones en el trabajo y en el hogar, el perjuicio es para la propia sociedad rural.
La conciliación entre vida familiar y profesional, según Quintanilla es una necesidad y un derecho, entre todos debemos avanzar hacia una sociedad en la que lo público y lo privado sea un reto de hombres y mujeres. Por último, afirmó que Las mujeres rurales deben luchar por conseguir la igualdad sin tener que abandonar su entorno.
Quintanilla se desplazó hasta Santiago de Compostela para exponer los puntos básicos del Reto de Conciliar la Vida Familiar y Profesional en la Sociedad rural. La presidenta nacional enmarcó su ponencia en la base de una sociedad rural tradicionalmente patriarcal, donde ha imperado el machismo y la mujer ha ocupado un papel secundario.
El proceso de cambio de mentalidad- explica Quintanilla- es más lento en el ámbito rural donde, además, a los hombres les cuesta ceder parcelas que han sido hasta ahora eminentemente masculinas.
Quintanilla, quien, además, aprovecho para hacer balance de la organización que preside, explicó como desde el trabajo continuado durante 21 años, se está consiguiendo que el trabajo de la mujer rural no sea invisible. Añadió, como en este cambio de mentalidad los hombres, empiezan a ceder terreno que consideraban masculino, aunque si bien es cierto, las tareas de las mujeres rurales no están justamente recompensadas. Pero la dificultad, añadió la presidenta nacional- de conciliar la vida personal y profesional en la mujer rural, no sólo encuentra trabas desde el punto de vista de la cultura doméstica, la discriminación y las dificultades parten también del plano laboral.
Por tanto, la presidenta nacional de Afammer quiso que los hombres y mujeres Gallegos, una de las comunidades con más zona rural de España, entendieran que debe ser la propia sociedad rural la que asuma, que si no cambia de mentalidad y no considera a la mujer en igualdad de condiciones en el trabajo y en el hogar, el perjuicio es para la propia sociedad rural.
La conciliación entre vida familiar y profesional, según Quintanilla es una necesidad y un derecho, entre todos debemos avanzar hacia una sociedad en la que lo público y lo privado sea un reto de hombres y mujeres. Por último, afirmó que Las mujeres rurales deben luchar por conseguir la igualdad sin tener que abandonar su entorno.
Noemi Fernández-Pacheco (Prensa Afammer)