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Christian Villamide realiza su escultura A fraga núa con los usuarios del taller de carpintería de Aspnais

El pintor y escultor lucense Christian Villamide fue uno de los cerca de doscientos lucenses de las artes, las letras y la sociedad, que visitaron los talleres de Aspnais con motivo de la celebración de su Cincuentenario. Y en el transcurso de esa visita surgió un proyecto de colaboración (A FRAGA NÚA), para realizar bajo su dirección por los trabajadores-usuarios del Taller de Carpintería que Aspnais tiene en su sede de As Arieiras.

Fruto de ese proyecto de colaboración será la escultura del mismo título, confeccionada con madera de diez árboles de diversas especies, con una altura aproximada de cuatro metros, trabajada en parte manualmente y en buena parte mecánicamente en el torno. El resultado será una estructura en la que se intercambian las piezas de las distintas especies, ensamblándolas de nuevo y culminando la obra coloreando de blanco diferentes zonas.

Esta obra formará parte esencial de la exposición “A paisaxe contra a parede” que Christian Villamide va a inaugurar en el Museo Provincial de Lugo el próximo 12 de mayo.

La idea principal del autor en relación con “A fraga núa” es ofrecer testimonio de la continua agresión que sufre la naturaleza en la extracción de materias primas, en cuyo proceso sólo se aprovecha un 20% de lo extraído, mientras que se degrada y desaprovecha un 80%.

El primer paso del trabajo conjunto entre Christian Villamide y los usuarios de Aspnais que trabajan en el taller de Carpintería, fue arrancar la corteza de los árboles antes de intervenirlos, creando conciencia entre los participantes acerca de la transformación del paisaje, evidenciando la fragilidad del entorno, y estableciendo un paralelismo entre la extracción de la corteza de los árboles para iniciar su aprovechamiento, con la que registra la tierra al modificar el ecosistema inicial para poder cultivarla, comparándola con el arrancado de la piel de un animal si queremos que nos sirva de alimento, para llegar al conocimiento de la fragilidad de nuestra propia piel, que tanto protege al ser humano.

Sostiene el artista que este acto ritual de arrancar la piel, (piel que es fuerte pero frágil y sin ella no podemos vivir), nos permite adaptar el entorno a nuestras necesidades y asegurar la supervivencia, pero esto también supone la colonización brutal, descontrolada y desgarrada de la superficie terrestre. Y una piel que a priori parece muy resistente, si no se protege adecuadamente, dejará estéril la superficie terrestre y muerto a cualquier organismo.

La confección de esta escultura, que se encuentra en fase muy avanzada, provocó interesantes reacciones entre los colaboradores en su realización, que expresaron originales opiniones y plantearon dudas, colaborando siempre de forma entusiasta. Y expresaron repetidamente su satisfacción por participar en la confección de una obra de arte, en contraste con el habitual trabajo de un taller de carpintería.

Sugiere el artista que este y otros talleres de Aspnais, fruto del trabajo de estos cincuenta años, son lugares perfectos, por instalaciones pero especialmente por la disposición de los usuarios, para todo de iniciativas y realizaciones.
Aspnais