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Comunicado de prensa a raíz de la ofrenda de Julián Barrio, arzobispo de Santiago

Felicitamos a monseñor Barrio por su valentía, e invitamos a todos los católicos, que, como ha escrito S. S. Juan Pablo II, no pueden abdicar de participar en política, a que siguiendo el ejemplo y las enseñanzas de D. Julián, actúen en la vida pública de un modo coherente con su fe cristiana.
Nos parece hipócrita e injusta la reacción de aquellos políticos y periodistas que han criticado la libertad de opinión del prelado compostelano y de la Iglesia misma. Es paradójico que aquellos que se llenan la boca a todas horas de proclamas a favor de la libertad de expresión y de la sujeción a la voluntad de la mayoría, pretendan que la Iglesia Católica, a la cual, por mucho que les pese, seguimos perteneciendo la mayoría de españoles, guarde silencio, y que la fe de Cristo carezca de la más mínima influencia en el orden social de una Nación que se ha forjado al calor de ese credo y cuya población –insistimos- sigue recibiendo en su casi totalidad el bautismo cristiano.
La hostilidad contra la Religión y contra la Iglesia de este totalitario régimen democrático relativista y laicista, diametralmente opuesto a una sana democracia basada en la ley natural y revelada, y el hecho de que actualmente sólo los partidos políticos son reconocidos como cauces de expresión de la llamada voluntad general, pone de manifiesto que los cristianos hemos de prestar nuestro apoyo a aquellos partidos que de un modo claro y explícito defendemos las mínimas exigencias éticas de ley natural que la Iglesia considera inaplazables e irrenunciables, y muy especialmente a aquellos partidos que, teniendo en cuenta la realidad sociológica de que España es una Nación mayoritariamente católica, proponemos, en conformidad con la Doctrina de la Iglesia, que el Estado reconozca y cumpla su deber para con Cristo y para con la Iglesia de dar culto público a Dios, inspirar las leyes civiles en la ley moral cristiana, y proteger el patrimonio católico del pueblo español.
No es ese el caso de los partidos izquierdistas y centro-reformistas que hasta hoy nos han gobernado.
Es hora ya de rechazar el mal llamado voto útil a favor del mal menor -que no hace más que consolidar y perpetuar los males existentes y evitar toda posibilidad de cambio para mejor-, y empezar a votar por el bien necesario que representan partidos como Alternativa Española.
José María Permuy, presidente de la Junta Regional de Galicia de Alternativa Española