El galleguista Isaac Díaz Pardo, investido doctor honoris causa por la Universidad de A Coruña (UDC)
La Universidad de A Coruña, UDC, ha investido como décimo octavo doctor honoris causa de la institución a Isaac Díaz Pardo, un «protagonista destacado» de la recuperación de la memoria histórica de los gallegos y autor de una obra cultural y empresarial «fundamental para el entendimiento de la Galicia de nuestros tiempos».
Ante los elogios recibidos, el homenajeado «suplicó» a los asistentes que aceptasen un agradecimiento «condicionado a reconocer una tarea que trasciende en mucho la labor personal de un hombre y que tiene el carácter de un movimiento social más que de una tarea específica». «Sería una tontería que me creyera investido de los méritos que este nombramiento me ofrece», manifestó Díaz Pardo, quien aseguró que los recientes homenajes recibidos responden más que a sus méritos «a lo que representa».
De este modo, subrayó su intención de «no caer en el oportunismo» y por ello confesó haberse «beneficiado del saber de un grupo de maestros que además de su conducta, demostrada con el sacrificio de su vida, entendían la realidad del mundo y de saber resistirla». «¿Cómo podría aceptar callado esta distinción sin registrar esta realidad?», se preguntó este artista gallego, quien reconoció la herencia, en primer lugar, de Luis Seoane. «Por el que sentí y siento admiración; por su conocimiento de la historia, sus ideas éticas y estéticas, las virtudes de su obra en las artes y las letras, su compromiso social, que resultó ser el más avanzado que tuvo nuestra tierra junto con el de Castelao», ensalzó Díaz Pardo. Estas «raíces» originaron el Laboratorio de Formas, que, a su vez, «proyectó e hizo posible», como rememoró el homenajeado, las Ediciós do Castro, el Museo Carlos Maside, el Seminario de Sargadelos, el Laboratorio de Industria e Comunicación, el nuevo Seminario de Estudos Galegos, las Galerías Sargadelos y el Instituto Galego de Información, entre otras muchas iniciativas. «Creó un complejo industrial y una industria cultural decisivos para el desarrollo de Galicia cuando estaba convirtiéndose en el pintor más importante de los nuevos plásticos gallegos», reconoció el catedrático Dobarro Paz en su laudatio.
Pese a todo, Díaz Pardo apostilló que la labor realizada hasta ahora del Laboratorio de Formas «aunque importante pudo ser más si no se tropezase con tanto oportunismo y tanta ruindad que había en el camino con la intención bien clara de enterrarlo para servir a un sector peleado con la memoria, que tendremos que resistir sin piedad», advirtió.
Numerosas personalidades asistieron a este acto de investidura de Díaz Pardo como doctor honoris causa de la Universidad coruñesa, que cierra una semana de celebraciones en su honor organizadas por la institución académica. Su rector, José María Barja, defendió el homenaje a este artista e intelectual comprometido por «una vida de trabajo y éxitos constatables que no se debe ocultar». Pero, sobre todo, como transmitió en nombre de los asistentes al acto, como un reconocimiento a «un modo de estar en el mundo, con un compromiso social del que nos sentimos partícipes». El rector de la UDC, José María Barja, describió a Díaz como «un hombre de bien, comprometido con su tiempo y con su país», agregó. En la misma línea se desarrolló la laudatio del catedrático Xosé María Dobarro Paz, del departamento de Galego-Portugués, Francés e Lingüística de la UDC e impulsor de este reconocimiento académico al creador gallego, a quien destacó como «imprescindible en la Galicia de más del último medio siglo».
Ante los elogios recibidos, el homenajeado «suplicó» a los asistentes que aceptasen un agradecimiento «condicionado a reconocer una tarea que trasciende en mucho la labor personal de un hombre y que tiene el carácter de un movimiento social más que de una tarea específica». «Sería una tontería que me creyera investido de los méritos que este nombramiento me ofrece», manifestó Díaz Pardo, quien aseguró que los recientes homenajes recibidos responden más que a sus méritos «a lo que representa».
De este modo, subrayó su intención de «no caer en el oportunismo» y por ello confesó haberse «beneficiado del saber de un grupo de maestros que además de su conducta, demostrada con el sacrificio de su vida, entendían la realidad del mundo y de saber resistirla». «¿Cómo podría aceptar callado esta distinción sin registrar esta realidad?», se preguntó este artista gallego, quien reconoció la herencia, en primer lugar, de Luis Seoane. «Por el que sentí y siento admiración; por su conocimiento de la historia, sus ideas éticas y estéticas, las virtudes de su obra en las artes y las letras, su compromiso social, que resultó ser el más avanzado que tuvo nuestra tierra junto con el de Castelao», ensalzó Díaz Pardo. Estas «raíces» originaron el Laboratorio de Formas, que, a su vez, «proyectó e hizo posible», como rememoró el homenajeado, las Ediciós do Castro, el Museo Carlos Maside, el Seminario de Sargadelos, el Laboratorio de Industria e Comunicación, el nuevo Seminario de Estudos Galegos, las Galerías Sargadelos y el Instituto Galego de Información, entre otras muchas iniciativas. «Creó un complejo industrial y una industria cultural decisivos para el desarrollo de Galicia cuando estaba convirtiéndose en el pintor más importante de los nuevos plásticos gallegos», reconoció el catedrático Dobarro Paz en su laudatio.
Pese a todo, Díaz Pardo apostilló que la labor realizada hasta ahora del Laboratorio de Formas «aunque importante pudo ser más si no se tropezase con tanto oportunismo y tanta ruindad que había en el camino con la intención bien clara de enterrarlo para servir a un sector peleado con la memoria, que tendremos que resistir sin piedad», advirtió.
Numerosas personalidades asistieron a este acto de investidura de Díaz Pardo como doctor honoris causa de la Universidad coruñesa, que cierra una semana de celebraciones en su honor organizadas por la institución académica. Su rector, José María Barja, defendió el homenaje a este artista e intelectual comprometido por «una vida de trabajo y éxitos constatables que no se debe ocultar». Pero, sobre todo, como transmitió en nombre de los asistentes al acto, como un reconocimiento a «un modo de estar en el mundo, con un compromiso social del que nos sentimos partícipes». El rector de la UDC, José María Barja, describió a Díaz como «un hombre de bien, comprometido con su tiempo y con su país», agregó. En la misma línea se desarrolló la laudatio del catedrático Xosé María Dobarro Paz, del departamento de Galego-Portugués, Francés e Lingüística de la UDC e impulsor de este reconocimiento académico al creador gallego, a quien destacó como «imprescindible en la Galicia de más del último medio siglo».
R.