El Consello Escolar de Galicia alerta del peligro de desgalleguización de las próximas generaciones
El Consello Escolar de Galicia alertó de que la situación "deficitaria" en la que se encuentra la lengua gallega en la educación infantil y primaria, en especial en el primer ciclo, puede representar en "muchos casos" una desgalleguización en el tránsito de la familia a la escuela e, indirectamente, "una incentivación de la no transmisión intergeneracional de este idioma". Así lo destaca el Informe sobre o estado e a situación do sistema educativo en Galicia correspondiente a los cursos 2002-03, 2003-04 y 2004-05, en el que el Consello Escolar de Galicia subraya la necesidad de una "actuación urgente y decidida" para avanzar en la galleguización de los citados niveles educativos.
Con respecto a esos mismos tramos escolares, el informe destaca la "desproporción" en el uso de las lenguas en el aprendizaje de la lectura y de la escritura "claramente favorable al castellano". Por ello, considera "fundamental" conseguir una "mayor presencia" de ésta en la incorporación de los niños a la lengua escrita "porque marcará de manera definitiva su relación posterior con el idioma". De este modo, según recoge el informe, al inicio del primer ciclo de primaria, un tercio del alumnado no alcanza la competencia suficiente, el 43% se sitúa en la suficiencia y menos de la cuarta parte, el 23,9%, muestra un "dominio bueno o muy bueno".
El conocimiento de gallego aunque mejora 16,2 puntos al finalizar este primer ciclo, "no alcanza la suficiencia requerida". Así, el 16,8% no tiene un nivel "necesario" para empezar el segundo ciclo de primaria. No obstante, la competencia es mayor al finalizar esta etapa educativa y "sólo un 6,7% no logró el nivel adecuado al acceder a BUB y únicamente el 5,7% al iniciar ESO".
Con respecto al uso de la lengua gallega y castellana en las etapas de infantil y primaria, algo más de dos tercios, el 66,9%, emplea la segunda, mientras que la primera se reduce a un tercio, el 33,1%. En el caso del profesorado, el porcentaje de bilingües alcanza el 64,5%, aunque también es mayoritario el empleo del castellano, un 53%, mientras que en las familias se tiende a un equilibrio entre ambos idiomas, si bien domina el bilingüismo, próximo a las tres cuartas partes, un 72%. Mientras que el alumnado "está más castellanizado", un 63%, que el profesorado, un 42%, el empleo del gallego es mayor entre los profesores, 52,5%, que entre los alumnos, el 37%, aunque los escolares monolingües en gallego superan en 9,5 puntos a sus docentes. En lo referente al uso escrito del gallego, éste presenta el 31,9% y no muestra diferencias significativas por nivel y ciclo, excepto en 4º y 5º de primaria, donde se registran los valores "más altos". Al contrario, la presencia del castellano, con el 39,9%, se sitúa en general unos 8 puntos por encima del empleo del gallego.
El informe refleja también que en el total de la secundaria el uso habitual del gallego en el alumnado se situará 16 puntos por debajo, el 41%, del valor del 50% del empleo establecido. Los estudiantes de BUP y COU destacan con el 51,4% del uso; seguidos por los de ESO, con el 38,4%; y Formación Profesional, con el 30,1%.
Además, el Consello Escolar sostiene que la competencia docente en lengua gallega del profesorado no debería representar un dificultad para los funcionarios públicos. "Aún así más de la cuarta parte de los que impartían docencia en los tramos no obligatorios declaraban que no la tenían", resalta el informe. En este sentido, este órgano educativo señala que la Administración debe exigir una formación a todo el profesorado para tal competencia. También considera necesario que se atiendan otros aspectos de la situación sociolingüística escolar que siguen frenando el avance del idioma. Al respecto, califica de "insuficiente" el apoyo de la Administración, la falta de materiales didácticos -sobre todo para infantil y primer ciclo de primaria- así como la necesidad de un plan de actuación "que permita combatir con éxito prejuicios lingüísticos aún muy enraizados en la comunidad escolar".
Además, propone por parte de los centros públicos una postura "más decidida" de la Administración, una "mayor" motivación al alumnado y más apoyo al profesorado. "Sorprende comparando los mayores porcentajes que las soluciones que acercan los centros privados concuerden poco con las de los públicos", precisó.
En su informe, el Consello Escolar destaca, además, el "fracaso insólito de la legislación" porque, según recoge el texto, "no siquiera se cumple la normativa en aquellas materias en las que el gallego es obligatorio". Por lo tanto, a su juicio, la normalización que la ley preconiza "está muy lejos de alcanzarse". Asimismo, sostiene que el "nuevo rango" de la Secretaría Xeral de Política Lingüística, dependiente de la Presidencia de la Xunta, "puede garantizar una mayor eficacia y globalidad en su actuación" aunque, según agrega, "obliga a mantener alguna unidad específica en la Consellería de Educación que se encargue de activar la política lingüística en el ámbito educativo". También detecta "debilidades importantes" en el funcionamiento de los equipos de normalización lingüística, "desviaciones de lo que es su objeto central de trabajo e insuficiencias para contribuir con eficacia al avance escolar de la lengua gallega".
Para superar esta situación aboga por que la Administración adopte decisiones "que refuercen su estatus en la vida de los centros, que mejoren la formación de sus miembros en sociolingüística aplicada a la enseñanza y que garanticen su dedicación a actividades específicas de normalización". Según incluye el informe, la Administración destinó en el curso 2004-05, un total de 677.812 euros para ayudas de los equipos de normalización lingüística, para 1.228 centros públicos; y 62.500 euros para 114 privados. El número de centros, su distribución de provincias y cuantía económica no sufrieron variaciones importantes en los tres últimos cursos.
Con respecto a esos mismos tramos escolares, el informe destaca la "desproporción" en el uso de las lenguas en el aprendizaje de la lectura y de la escritura "claramente favorable al castellano". Por ello, considera "fundamental" conseguir una "mayor presencia" de ésta en la incorporación de los niños a la lengua escrita "porque marcará de manera definitiva su relación posterior con el idioma". De este modo, según recoge el informe, al inicio del primer ciclo de primaria, un tercio del alumnado no alcanza la competencia suficiente, el 43% se sitúa en la suficiencia y menos de la cuarta parte, el 23,9%, muestra un "dominio bueno o muy bueno".
El conocimiento de gallego aunque mejora 16,2 puntos al finalizar este primer ciclo, "no alcanza la suficiencia requerida". Así, el 16,8% no tiene un nivel "necesario" para empezar el segundo ciclo de primaria. No obstante, la competencia es mayor al finalizar esta etapa educativa y "sólo un 6,7% no logró el nivel adecuado al acceder a BUB y únicamente el 5,7% al iniciar ESO".
Con respecto al uso de la lengua gallega y castellana en las etapas de infantil y primaria, algo más de dos tercios, el 66,9%, emplea la segunda, mientras que la primera se reduce a un tercio, el 33,1%. En el caso del profesorado, el porcentaje de bilingües alcanza el 64,5%, aunque también es mayoritario el empleo del castellano, un 53%, mientras que en las familias se tiende a un equilibrio entre ambos idiomas, si bien domina el bilingüismo, próximo a las tres cuartas partes, un 72%. Mientras que el alumnado "está más castellanizado", un 63%, que el profesorado, un 42%, el empleo del gallego es mayor entre los profesores, 52,5%, que entre los alumnos, el 37%, aunque los escolares monolingües en gallego superan en 9,5 puntos a sus docentes. En lo referente al uso escrito del gallego, éste presenta el 31,9% y no muestra diferencias significativas por nivel y ciclo, excepto en 4º y 5º de primaria, donde se registran los valores "más altos". Al contrario, la presencia del castellano, con el 39,9%, se sitúa en general unos 8 puntos por encima del empleo del gallego.
El informe refleja también que en el total de la secundaria el uso habitual del gallego en el alumnado se situará 16 puntos por debajo, el 41%, del valor del 50% del empleo establecido. Los estudiantes de BUP y COU destacan con el 51,4% del uso; seguidos por los de ESO, con el 38,4%; y Formación Profesional, con el 30,1%.
Además, el Consello Escolar sostiene que la competencia docente en lengua gallega del profesorado no debería representar un dificultad para los funcionarios públicos. "Aún así más de la cuarta parte de los que impartían docencia en los tramos no obligatorios declaraban que no la tenían", resalta el informe. En este sentido, este órgano educativo señala que la Administración debe exigir una formación a todo el profesorado para tal competencia. También considera necesario que se atiendan otros aspectos de la situación sociolingüística escolar que siguen frenando el avance del idioma. Al respecto, califica de "insuficiente" el apoyo de la Administración, la falta de materiales didácticos -sobre todo para infantil y primer ciclo de primaria- así como la necesidad de un plan de actuación "que permita combatir con éxito prejuicios lingüísticos aún muy enraizados en la comunidad escolar".
Además, propone por parte de los centros públicos una postura "más decidida" de la Administración, una "mayor" motivación al alumnado y más apoyo al profesorado. "Sorprende comparando los mayores porcentajes que las soluciones que acercan los centros privados concuerden poco con las de los públicos", precisó.
En su informe, el Consello Escolar destaca, además, el "fracaso insólito de la legislación" porque, según recoge el texto, "no siquiera se cumple la normativa en aquellas materias en las que el gallego es obligatorio". Por lo tanto, a su juicio, la normalización que la ley preconiza "está muy lejos de alcanzarse". Asimismo, sostiene que el "nuevo rango" de la Secretaría Xeral de Política Lingüística, dependiente de la Presidencia de la Xunta, "puede garantizar una mayor eficacia y globalidad en su actuación" aunque, según agrega, "obliga a mantener alguna unidad específica en la Consellería de Educación que se encargue de activar la política lingüística en el ámbito educativo". También detecta "debilidades importantes" en el funcionamiento de los equipos de normalización lingüística, "desviaciones de lo que es su objeto central de trabajo e insuficiencias para contribuir con eficacia al avance escolar de la lengua gallega".
Para superar esta situación aboga por que la Administración adopte decisiones "que refuercen su estatus en la vida de los centros, que mejoren la formación de sus miembros en sociolingüística aplicada a la enseñanza y que garanticen su dedicación a actividades específicas de normalización". Según incluye el informe, la Administración destinó en el curso 2004-05, un total de 677.812 euros para ayudas de los equipos de normalización lingüística, para 1.228 centros públicos; y 62.500 euros para 114 privados. El número de centros, su distribución de provincias y cuantía económica no sufrieron variaciones importantes en los tres últimos cursos.
R.