La Xunta expedientará a la familia Franco por impedir una inspección técnica al Pazo de Meirás
La Consellería de Cultura abrirá a la familia de Francisco Franco un expediente sancionador, que podría suponer el pago de una multa de hasta 60.000 euros, por no autorizar el acceso de técnicos de la Dirección Xeral de Patrimonio al Pazo de Meirás, en Sada (A Coruña), con el fin de determinar su estado. Además, avanzó que recurrirá a la vía judicial para realizar una inspección a la que "tiene derecho porque la construcción figura en el Inventario del Patrimonio Cultural de Galicia".
Fuentes próximas al departamento de Cultura confirmaron a varias agencias de prensa que estaba previsto un nuevo intento de visita al pazo, de propiedad privada, y que el abogado de la familia lo impidió. Sin embargo, la consellería defiende que este inmueble forma parte "del patrimonio" de Galicia, por lo que abogan por su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), y hace diez días comunicó por burofax el derecho a una inspección técnica para conocer su estado. Precisamente, el hecho de que, al igual que en otros intentos anteriores, la familia Franco no permitiese la inspección técnica hace que la Consellería de Cultura plantee la apertura de un expediente sancionador por "obstacularizar" del trabajo de los técnicos, que nuevamente no pudieron entrar en el pazo.
El Pazo de Meirás, rodeado por diez hectáreas de jardines, es el centro de una polémica porque el Ayuntamiento de Sada y la Xunta promueven su declaración como BIC, una figura jurídica que obligaría a la familia a abrir el pazo al público para permitir visitas gratuitas al menos cuatro días cada mes. Precisamente, la Consellería de Cultura tramita desde hace más de un año la apertura del expediente para declarar el pazo como BIC, pero la familia Franco se resiste y ha aplazado en reiteradas ocasiones las visitas de los técnicos de la Xunta a la propiedad para determinar su estado. La declaración BIC obligaría, además de su apertura al público un mínimo de cuatro días al mes, a adoptar medidas de conservación y protección del pazo y sus jardines. Asimismo, otorga a la Xunta una posición preferente, con derecho de tanteo y retracto, en caso de que la propiedad sea puesta a la venta.
El pazo de Meirás fue en su día propiedad de la escritora Emilia Pardo Bazán, pero en 1939 un grupo de ciudadanos de renombre promovió su compra a sus herederos y obtuvo más terrenos contiguos para ofrecérselo como regalo del pueblo al general Franco que, a partir de entonces, hizo de Meirás su residencia para las vacaciones de agosto. La ampliación de la finca y el acondicionamiento del pazo se costeó con donaciones supuestamente voluntarias de los ciudadanos, donativos fijados previamente por las autoridades.
Hace algún tiempo el pleno del Ayuntamiento de Sada (A Coruña), a excepción del Partido Democrático Sada Popular (PSP), ha acordado pedir a la Xunta que declare bien de interés cultural (BIC) y permita abrir al público el Pazo de Meirás, propiedad de la familia Franco desde que en 1939 se lo ofrecieron como regalo al dictador. "El Pazo no es un museo y ya hace tiempo que se ha cedido la biblioteca de Emilia Pardo Bazán a la Real Academia Gallega", argumentó el portavoz de Sada Popular, Fernando Illanes, quien admitió que sí podría ser un reclamo para "personas que sienten devoción por Franco" y preguntó al equipo de Gobierno si ya se ha planteado "hacer rutas y vender camisas azules", lo que suscitó los abucheos del público. Asimismo, consideró la solicitud sometida a debate como una "propuesta de cara a la galería", pues no supone ningún "compromiso concreto", al estar "ya en marcha" el expediente para que el Pazo de Meirás sea declarado BIC, dijo.
El portavoz del equipo de Gobierno, el nacionalista Carlos Babío, replicó que "a nadie se le escapa el valor cultural, patrimonial e histórico del pazo" y defendió que "una declaración del pleno, con un compromiso claro, le dará más fuerza" a la solicitud. Babío recalcó además que con esta iniciativa se trata de "recobrar lo que era del pueblo" y recordó a Illanes que el Pazo de Meirás, en su día propiedad de la escritora Emilia Pardo Bazán, fue ofrecido como regalo al dictador Francisco Franco en 1939.
En los documentos históricos se refleja que, tanto el pazo como otros terrenos añadidos se adquirieron por "suscripción popular", pero el concejal del BNG invitó a "revisar la historia" porque, en realidad, "muchas personas se vieron privadas de sus recursos básicos, de sus fincas, en muchos casos sin pagar, mientras que otros fondos se recaudaron mediante extorsiones y amenazas".
El portavoz de Agrupación Sada Unida (ASU), David Brandariz, también destacó el "potencial cultural e histórico" del pazo y expresó su deseo de que la presencia del BNG en el gobierno de la Diputación de A Coruña y en la Xunta permita que el pueblo de Sada se beneficie de estas propiedades.
Por su parte, el portavoz del Partido Popular, José María Hernández Cochón, defendió el apoyo de su formación a esta propuesta como algo "lógico", ya que "siempre" ha defendido "estos temas culturales", afirmó, al tiempo que definió el pazo como "el edificio más emblemático de Sada". La Consellería de Cultura es el órgano que tiene la competencia para declarar el pazo y sus nueve hectáreas de terreno bien de interés cultural, lo que obligaría a la familia Franco a abrirlo para visitas cuatro días al mes, y a facilitar el acceso de las autoridades competentes para garantizar su conservación.
El alcalde, Abel López Soto, que se congratuló de que no se presentase ningún voto contra esta propuesta, queda ahora facultado por el pleno para iniciar gestiones con la Diputación de A Coruña y con la Consellería de Cultura con el fin de crear una comisión de trabajo que estudie la recuperación y el disfrute público del Pazo de Meirás.
Nota de prensa remitida por el Gabinete de Comunicación de la Consellería de Cultura e Deporte de la Xunta de Galicia:
A Consellaría de Cultura e Deporte abrirá un expediente sancionador aos propietarios do Pazo de Meirás por impediren a entrada dun equipo de técnicos para realizaren unha inspección do pazo. Esta obstrución está considerada como unha infracción e pode ser sancionada con até 60.000 euros. Ademais, a Consellaría recorrerá á vía xudicial para poder realizar unha inspección á que ten dereito xa que o pazo xa figura no Inventario do Patrimonio Cultural de Galiza.
Ante a reiterada falta de resposta por parte dos propietarios do Pazo de Meirás para permitir a entrada dos técnicos da Consellaría, o departamento que dirixe Ánxela Bugallo decidiu utilizar as súas competencias para fixar por si mesmo esa data. Esta decisión comunicóuselle nun burofax enviado aos propietarios o día 23 de agosto.
Neste escrito dirixido a Carmen Franco, a Consellaría constata que “resultaron infrutuosos os intentos levados a cabo por esta Dirección Xeral para concertar con vostede o día e a hora máis convinte para levar a cabo unha visita ao Pazo de Meirás”.
Máis adiante engádese: “Comunícolle que na mañá do próximo día 30 de agosto, ás 10:30 horas, presentarase no expresado inmoble un equipo de técnicos (...) co fin de comprobar o estado actual do edificio e do seu contorno, aos efectos de constatar cal é o seu nivel de conservación, así como de realizar unha reportaxe fotográfica completa”.
A denegación de entrada constitúe en por si unha infracción e a Consellaría iniciará automaticamente un expediente sancionador tal e como advertía no burofax: “De non permitirse a entrada no recinto, incorrerase nunha infracción leve en materia de patrimonio cultural (...), que pode ter como consecuencia unha sanción de até 60.000 euros”.
Esta advertencia refírese ao artigo 90.b) da Lei de Patrimonio Cultural de 1995 que di que constitúe infracción leve “a obstrución da capacidade de inspeccionar que ten a Administración sobre os bens do Patrimonio Cultural de Galicia”.
Ademais da apertura do expediente sancionador, a Consellaría recorrerá á vía xudicial para poder exercer o seu dereito do inspección do pazo. Os servizos xurídicos de Cultura xa a están a traballar para solicitar unha autorización xudicial que permita a execución desa inspección. Nos vindeiros días solicitarase esa autorización no xulgado contencioso-administrativo.
O Pazo de Meirás figura como un ben inventariado do Patrimonio Cultural de Galiza, por canto aparece recollido nas Normas Complementarias e Subsidiarias de Planeamento aprobadas pola Consellaría de Ordenación do Territorio e Obras Públicas en 1991. Tendo isto en conta, as persoas propietarias están obrigadas a facilitar o acceso para realizar inspeccións á administración autonómica.
O equipo técnico da Consellaría de Cultura estivo formado por unha arquitecta, un arqueólogo e unha historiadora da arte. Porén, tras presentarse na entrada do pazo, un avogado que se identificou como voceiro dos propietarios negoulles o acceso e informounos de que os propietarios interpuxeran onte un recurso no Tribunal Superior de Xustiza de Galiza para negar a entrada.
O equipo técnico que se desprazou ao Pazo de Meirás pretendía levar a cabo unha recollida de información sobre a arquitectura interior do edificio, os bens susceptibles de seren considerados patrimonio cultural e o estado de conservación de todo o conxunto. O traballo de inspección incluiría tamén unha reportaxe fotográfica.
Estes datos deberían ser analizados polo persoal técnico da Dirección Xeral de Patrimonio Cultural e engadirse á restante documentación que nos últimos meses a Dirección Xeral recabou tocante á historia e ao valor do pazo.
Unha vez que se analice toda a documentación, a Dirección Xeral avaliará se o Pazo de Meirás reúne as condicións suficientes para ser declarado Ben de Interese Cultural (BIC). En caso positivo, presentaríase un proxecto de declaración que incluiría, ademais dunha exposición dos motivos, o nivel de protección do pazo e do seu contorno.
Fuentes próximas al departamento de Cultura confirmaron a varias agencias de prensa que estaba previsto un nuevo intento de visita al pazo, de propiedad privada, y que el abogado de la familia lo impidió. Sin embargo, la consellería defiende que este inmueble forma parte "del patrimonio" de Galicia, por lo que abogan por su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), y hace diez días comunicó por burofax el derecho a una inspección técnica para conocer su estado. Precisamente, el hecho de que, al igual que en otros intentos anteriores, la familia Franco no permitiese la inspección técnica hace que la Consellería de Cultura plantee la apertura de un expediente sancionador por "obstacularizar" del trabajo de los técnicos, que nuevamente no pudieron entrar en el pazo.
El Pazo de Meirás, rodeado por diez hectáreas de jardines, es el centro de una polémica porque el Ayuntamiento de Sada y la Xunta promueven su declaración como BIC, una figura jurídica que obligaría a la familia a abrir el pazo al público para permitir visitas gratuitas al menos cuatro días cada mes. Precisamente, la Consellería de Cultura tramita desde hace más de un año la apertura del expediente para declarar el pazo como BIC, pero la familia Franco se resiste y ha aplazado en reiteradas ocasiones las visitas de los técnicos de la Xunta a la propiedad para determinar su estado. La declaración BIC obligaría, además de su apertura al público un mínimo de cuatro días al mes, a adoptar medidas de conservación y protección del pazo y sus jardines. Asimismo, otorga a la Xunta una posición preferente, con derecho de tanteo y retracto, en caso de que la propiedad sea puesta a la venta.
El pazo de Meirás fue en su día propiedad de la escritora Emilia Pardo Bazán, pero en 1939 un grupo de ciudadanos de renombre promovió su compra a sus herederos y obtuvo más terrenos contiguos para ofrecérselo como regalo del pueblo al general Franco que, a partir de entonces, hizo de Meirás su residencia para las vacaciones de agosto. La ampliación de la finca y el acondicionamiento del pazo se costeó con donaciones supuestamente voluntarias de los ciudadanos, donativos fijados previamente por las autoridades.
Hace algún tiempo el pleno del Ayuntamiento de Sada (A Coruña), a excepción del Partido Democrático Sada Popular (PSP), ha acordado pedir a la Xunta que declare bien de interés cultural (BIC) y permita abrir al público el Pazo de Meirás, propiedad de la familia Franco desde que en 1939 se lo ofrecieron como regalo al dictador. "El Pazo no es un museo y ya hace tiempo que se ha cedido la biblioteca de Emilia Pardo Bazán a la Real Academia Gallega", argumentó el portavoz de Sada Popular, Fernando Illanes, quien admitió que sí podría ser un reclamo para "personas que sienten devoción por Franco" y preguntó al equipo de Gobierno si ya se ha planteado "hacer rutas y vender camisas azules", lo que suscitó los abucheos del público. Asimismo, consideró la solicitud sometida a debate como una "propuesta de cara a la galería", pues no supone ningún "compromiso concreto", al estar "ya en marcha" el expediente para que el Pazo de Meirás sea declarado BIC, dijo.
El portavoz del equipo de Gobierno, el nacionalista Carlos Babío, replicó que "a nadie se le escapa el valor cultural, patrimonial e histórico del pazo" y defendió que "una declaración del pleno, con un compromiso claro, le dará más fuerza" a la solicitud. Babío recalcó además que con esta iniciativa se trata de "recobrar lo que era del pueblo" y recordó a Illanes que el Pazo de Meirás, en su día propiedad de la escritora Emilia Pardo Bazán, fue ofrecido como regalo al dictador Francisco Franco en 1939.
En los documentos históricos se refleja que, tanto el pazo como otros terrenos añadidos se adquirieron por "suscripción popular", pero el concejal del BNG invitó a "revisar la historia" porque, en realidad, "muchas personas se vieron privadas de sus recursos básicos, de sus fincas, en muchos casos sin pagar, mientras que otros fondos se recaudaron mediante extorsiones y amenazas".
El portavoz de Agrupación Sada Unida (ASU), David Brandariz, también destacó el "potencial cultural e histórico" del pazo y expresó su deseo de que la presencia del BNG en el gobierno de la Diputación de A Coruña y en la Xunta permita que el pueblo de Sada se beneficie de estas propiedades.
Por su parte, el portavoz del Partido Popular, José María Hernández Cochón, defendió el apoyo de su formación a esta propuesta como algo "lógico", ya que "siempre" ha defendido "estos temas culturales", afirmó, al tiempo que definió el pazo como "el edificio más emblemático de Sada". La Consellería de Cultura es el órgano que tiene la competencia para declarar el pazo y sus nueve hectáreas de terreno bien de interés cultural, lo que obligaría a la familia Franco a abrirlo para visitas cuatro días al mes, y a facilitar el acceso de las autoridades competentes para garantizar su conservación.
El alcalde, Abel López Soto, que se congratuló de que no se presentase ningún voto contra esta propuesta, queda ahora facultado por el pleno para iniciar gestiones con la Diputación de A Coruña y con la Consellería de Cultura con el fin de crear una comisión de trabajo que estudie la recuperación y el disfrute público del Pazo de Meirás.
Nota de prensa remitida por el Gabinete de Comunicación de la Consellería de Cultura e Deporte de la Xunta de Galicia:
A Consellaría de Cultura e Deporte abrirá un expediente sancionador aos propietarios do Pazo de Meirás por impediren a entrada dun equipo de técnicos para realizaren unha inspección do pazo. Esta obstrución está considerada como unha infracción e pode ser sancionada con até 60.000 euros. Ademais, a Consellaría recorrerá á vía xudicial para poder realizar unha inspección á que ten dereito xa que o pazo xa figura no Inventario do Patrimonio Cultural de Galiza.
Ante a reiterada falta de resposta por parte dos propietarios do Pazo de Meirás para permitir a entrada dos técnicos da Consellaría, o departamento que dirixe Ánxela Bugallo decidiu utilizar as súas competencias para fixar por si mesmo esa data. Esta decisión comunicóuselle nun burofax enviado aos propietarios o día 23 de agosto.
Neste escrito dirixido a Carmen Franco, a Consellaría constata que “resultaron infrutuosos os intentos levados a cabo por esta Dirección Xeral para concertar con vostede o día e a hora máis convinte para levar a cabo unha visita ao Pazo de Meirás”.
Máis adiante engádese: “Comunícolle que na mañá do próximo día 30 de agosto, ás 10:30 horas, presentarase no expresado inmoble un equipo de técnicos (...) co fin de comprobar o estado actual do edificio e do seu contorno, aos efectos de constatar cal é o seu nivel de conservación, así como de realizar unha reportaxe fotográfica completa”.
A denegación de entrada constitúe en por si unha infracción e a Consellaría iniciará automaticamente un expediente sancionador tal e como advertía no burofax: “De non permitirse a entrada no recinto, incorrerase nunha infracción leve en materia de patrimonio cultural (...), que pode ter como consecuencia unha sanción de até 60.000 euros”.
Esta advertencia refírese ao artigo 90.b) da Lei de Patrimonio Cultural de 1995 que di que constitúe infracción leve “a obstrución da capacidade de inspeccionar que ten a Administración sobre os bens do Patrimonio Cultural de Galicia”.
Ademais da apertura do expediente sancionador, a Consellaría recorrerá á vía xudicial para poder exercer o seu dereito do inspección do pazo. Os servizos xurídicos de Cultura xa a están a traballar para solicitar unha autorización xudicial que permita a execución desa inspección. Nos vindeiros días solicitarase esa autorización no xulgado contencioso-administrativo.
O Pazo de Meirás figura como un ben inventariado do Patrimonio Cultural de Galiza, por canto aparece recollido nas Normas Complementarias e Subsidiarias de Planeamento aprobadas pola Consellaría de Ordenación do Territorio e Obras Públicas en 1991. Tendo isto en conta, as persoas propietarias están obrigadas a facilitar o acceso para realizar inspeccións á administración autonómica.
O equipo técnico da Consellaría de Cultura estivo formado por unha arquitecta, un arqueólogo e unha historiadora da arte. Porén, tras presentarse na entrada do pazo, un avogado que se identificou como voceiro dos propietarios negoulles o acceso e informounos de que os propietarios interpuxeran onte un recurso no Tribunal Superior de Xustiza de Galiza para negar a entrada.
O equipo técnico que se desprazou ao Pazo de Meirás pretendía levar a cabo unha recollida de información sobre a arquitectura interior do edificio, os bens susceptibles de seren considerados patrimonio cultural e o estado de conservación de todo o conxunto. O traballo de inspección incluiría tamén unha reportaxe fotográfica.
Estes datos deberían ser analizados polo persoal técnico da Dirección Xeral de Patrimonio Cultural e engadirse á restante documentación que nos últimos meses a Dirección Xeral recabou tocante á historia e ao valor do pazo.
Unha vez que se analice toda a documentación, a Dirección Xeral avaliará se o Pazo de Meirás reúne as condicións suficientes para ser declarado Ben de Interese Cultural (BIC). En caso positivo, presentaríase un proxecto de declaración que incluiría, ademais dunha exposición dos motivos, o nivel de protección do pazo e do seu contorno.
R.