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Un informe de UGT-Galicia revela que casi un 40% del profesorado padece niveles peligrosos de estrés por la violencia en las aulas

El estudio La violencia en los centros escolares, presentado por UGT-Galicia, fue elaborada en 2009 con 1.223 docentes encuestados de todo el Estado que, según señaló el secretario xeral del sindicato educativo en Galicia, Marcelino Brea, refleja "una realidad sorda" que se registra en los centros educativos a nivel nacional, aunque también "extrapolable" a la comunidad gallega.

Uno de los autores, el técnico en prevención de Riesgos Laborales Fernando Álvarez, señaló que el estudio presenta la violencia en las aulas como "un comportamiento determinado para producir un daño", tanto físico como psicológico, a través de "amenazas, insultos o comportamiento disruptivo", con el objetivo de determinar "el grado de estrés" producido en el docente -en una escala de 0 a 10- en función de su afectación. Así, el comportamiento disruptivo -interrupciones y ruptura del ritmo de la clase- representa la situación "más frecuente", según manifestó "el 50 por ciento de los encuestados". Un 32,4 por ciento declaró que fue intimidado alguna vez, además de un 5,7 por ciento que lo sufre "con cierta frecuencia".

Las agresiones físicas se registran "en un 7,4 por ciento del profesorado" y "un 2 por ciento" las sufre "una vez al mes", que lleva a niveles de estrés "de alto riesgo" en opinión del "40 por ciento del profesorado". Este indicador alcanza un nivel similar en el caso de gestionar y mediar en casos de violencia entre alumnos.
Asimismo, Álvarez aclaró que estos datos destacados representan casos "graves" catalogados en una escala de estrés entre "siete y diez", por lo que la incidencia de la violencia alcanza niveles "aún más altos" de los destacados en función de la interpretación del estudio.

Respecto al cuestionario sobre los aspectos que más preocupan al profesorado, "más de la mitad teme ser agredido físicamente"; critica la "falta de respaldo de los padres"; o teme presenciar agresiones entre alumnos. Otros puntos "preocupantes" para los docentes son enseñar "a quien no valora la educación"; impartir a un número elevado de alumnos; agresiones verbales; desconsideración; y mantener la disciplina. Por otro lado, un 24 por ciento del profesorado afirma "recibir insultos" por parte de familiares de alumnos; un 19,3 por ciento haber sufrido "malos tratos psicológicos"; y un 4 por ciento "agresiones físicas".

En el caso de las relaciones entre el profesorado, un 1,7 por ciento admite agresiones físicas; un 16,8 por ciento insultos de forma puntual -el 0,4% con cierta frecuencia-; un 5,1 por ciento se sintió alguna vez hostigado sexualmente; y un 15,3 por ciento sufre violencia psicológica por parte de sus compañeros.

FETE-UGT señaló que los casos de agresiones verbales y físicas se registran más en centros públicos de ámbito urbano, sobre todo en el caso de violencia del alumno al docente, además de destacar que dichas situaciones de estrés -que padece un 75% el profesorado de E.S.O- afectan "en mayor medida a las mujeres". Ante este "peligro potencial" para el colectivo docente, el sindicato propone un listado de medidas que se refieren a atención a la diversidad; programas de diversificación curricular; programas específicos para el alumnado "que se siente mal en clase"; reducción de ratios e incremento de plantillas; y el reconocimiento del docente como autoridad pública, entre otras. Precisamente, el sindicato exige que el Pacto Estatal por la Educación contemple iniciativas sobre la "convivencia en el aula", además de diversificar el alumnado entre centros y pedir que se aplique "el código penal con toda la dureza del mundo" para los casos de agresiones de padres al cuerpo docente.
R.