Productores de carne protestan en Compostela por el recorte de ayudas y por los bajos precios
Más de 3.000 productores de carne vacuna participaron en la movilización convocada por Unións Agrarias (UU.AA.) en Santiago para denunciar la crisis del sector y el riesgo de cierre de explotaciones a raíz, según el sindicato, del "recorte" en un 30% de las ayudas públicas y de los bajos precios en origen. Los manifestantes, en su mayoría procedentes de las provincias de Lugo y Ourense, partieron de la calle Xoán XIII camino de la Consellería de Medio Rural en San Caetano, con globos y pancartas en las que podía leerse Por la supervivencia de la ganadería, precio de reconocimiento por nuestro trabajo y Sin ganadería no hay territorio.
En declaraciones a los medios, el secretario general de UU.AA., Roberto García, advirtió de que está "en juego" producir carne de calidad, al sostener que seguirá importándose materia prima de Brasil o Argentina "a bajo precio". Avisó de que o se mantienen las ayudas públicas a la producción -pueden suponer hasta el 50% de los ingresos anuales de una de las 20.000 granjas dedicadas a esta labor en Galicia- o se remunera el trabajo de los ganaderos a través del precio del kilo de carne, con lo que, subrayó, podría costar 30 euros en el punto de venta y pasar a reservarse su consumo "a las elites con capacidad económica".
El dirigente sindical aseguró que los productores de vacuno han visto "mermar de forma permanente sus ingresos" en los últimos 25 años, algo que contrastó con los márgenes comerciales de los intermediarios desde el establo al matadero y el punto de venta. El precio de la carne ha subido, como manifestó, un 25% desde 1985, mientras que el IPC ha aumentado un 265%. Sólo en los últimos tres años, añadió, los costes de producción crecieron un 30%, si bien el precio de la carne en el supermercado se encareció "un 4%".
García denunció que una decisión "disfrazada de ahorro económico" supondrá el recorte en un 30% de las ayudas públicas a las explotaciones de carne situadas en zonas desfavorecidas y de montaña -indemnización compensatoria, contrato de explotación sostenible y razas autóctonas-. "Mientras la Xunta pretende ahorrar 2 euros, le está privando al productor de carne de 10 porque son ayudas de la UE", aseveró, para indicar que, por su parte, Bruselas y Madrid aportan otros 8 euros a la cuantía dedicada por la Administración gallega.
Calificó esta reducción de "reconversión brutal" que implicará que cada granja perciba este año una media de 1.000 euros menos, una cuantía que, a su juicio, puede hacer peligrar la viabilidad de esa explotación. Además del recorte, que atribuyó a una decisión técnica -sólo se primará el 0,15% de cada hectárea de pasto arbustivo-, insistió en que la Xunta abre la posibilidad de que puedan percibir ayudas productores que tengan vacas pero que sus ingresos provengan de otra actividad, como, por ejemplo según indicó, la construcción.
El responsable de UU.AA. advirtió de que los ganaderos gallegos de vacuno están "marginados" respecto al volumen de ayudas públicas que reciben. Así, apuntó que perciben 200 euros por vaca y hectárea, frente a la media de 300 del resto del Estado o los 420 de la UE. "Un productor gallego tiene que competir cobrando un euro menos en kilo/canal que cualquier otro", insistió, al tiempo que destacó que el perfil de estos profesionales es el de una persona de "edad avanzada", con un grado de formación que hará "imposible" su inserción "en otro sector productivo" y que carece de derecho a cobrar por desempleo. En esta línea, alertó de que a consecuencia del cierre de una granja las 20 hectáreas que cuidaba su titular con el pastoreo de sus vacas se van a convertir "en matorral". "Cuando se cierra la carne se cierra la aldea y queda aquello pasto de los fuegos y del jabalí", señaló.
Por ello, reivindicó la labor medioambiental y de vertebración territorial que efectúan los ganaderos. A su juicio, apostar por el cuidado del entorno es abogar por que "haya agricultores y ganaderos que limpien el monte". Recordó que la Xunta dedica una media de 100 millones de euros anuales a labores de prevención y extinción de incendios. "¿No será mejor mantener las ayudas para que ese productor gestione esas hectáreas no apagando fuegos, sino limpiándolas con las vacas y previniendo?", se cuestionó. También se dirigió a los grupos ecologistas, a los que recordó que los productores agrarios, en su mayoría por debajo del salario mínimo, cuidarán de lobos y jabalíes "con el dinero de todos". Por último, pidió que se acaben los "dobles discursos" y que si se defiende el reequilibrio territorial de costa e interior no se cierren escuelas, comedores o centros sanitarios.
Varios grupos de jóvenes y adultos de mediana edad amenizaron la marcha tocando grandes tambores e instrumentos de sonido metálico y estruendoso que le dio un carácter casi festivo a la marcha, en la que también participaron personas disfrazadas con trajes tradicionales del Entroido ourensano y de vacas 'rubias' gallegas. Unas 2.300 personas confirmaron su asistencia a la degustación de carne de cuatro terneros de 200 kilos asados 'ao espeto' por dos profesionales vascos en el Mercado de Gando de Amio.
En declaraciones a los medios, el secretario general de UU.AA., Roberto García, advirtió de que está "en juego" producir carne de calidad, al sostener que seguirá importándose materia prima de Brasil o Argentina "a bajo precio". Avisó de que o se mantienen las ayudas públicas a la producción -pueden suponer hasta el 50% de los ingresos anuales de una de las 20.000 granjas dedicadas a esta labor en Galicia- o se remunera el trabajo de los ganaderos a través del precio del kilo de carne, con lo que, subrayó, podría costar 30 euros en el punto de venta y pasar a reservarse su consumo "a las elites con capacidad económica".
El dirigente sindical aseguró que los productores de vacuno han visto "mermar de forma permanente sus ingresos" en los últimos 25 años, algo que contrastó con los márgenes comerciales de los intermediarios desde el establo al matadero y el punto de venta. El precio de la carne ha subido, como manifestó, un 25% desde 1985, mientras que el IPC ha aumentado un 265%. Sólo en los últimos tres años, añadió, los costes de producción crecieron un 30%, si bien el precio de la carne en el supermercado se encareció "un 4%".
García denunció que una decisión "disfrazada de ahorro económico" supondrá el recorte en un 30% de las ayudas públicas a las explotaciones de carne situadas en zonas desfavorecidas y de montaña -indemnización compensatoria, contrato de explotación sostenible y razas autóctonas-. "Mientras la Xunta pretende ahorrar 2 euros, le está privando al productor de carne de 10 porque son ayudas de la UE", aseveró, para indicar que, por su parte, Bruselas y Madrid aportan otros 8 euros a la cuantía dedicada por la Administración gallega.
Calificó esta reducción de "reconversión brutal" que implicará que cada granja perciba este año una media de 1.000 euros menos, una cuantía que, a su juicio, puede hacer peligrar la viabilidad de esa explotación. Además del recorte, que atribuyó a una decisión técnica -sólo se primará el 0,15% de cada hectárea de pasto arbustivo-, insistió en que la Xunta abre la posibilidad de que puedan percibir ayudas productores que tengan vacas pero que sus ingresos provengan de otra actividad, como, por ejemplo según indicó, la construcción.
El responsable de UU.AA. advirtió de que los ganaderos gallegos de vacuno están "marginados" respecto al volumen de ayudas públicas que reciben. Así, apuntó que perciben 200 euros por vaca y hectárea, frente a la media de 300 del resto del Estado o los 420 de la UE. "Un productor gallego tiene que competir cobrando un euro menos en kilo/canal que cualquier otro", insistió, al tiempo que destacó que el perfil de estos profesionales es el de una persona de "edad avanzada", con un grado de formación que hará "imposible" su inserción "en otro sector productivo" y que carece de derecho a cobrar por desempleo. En esta línea, alertó de que a consecuencia del cierre de una granja las 20 hectáreas que cuidaba su titular con el pastoreo de sus vacas se van a convertir "en matorral". "Cuando se cierra la carne se cierra la aldea y queda aquello pasto de los fuegos y del jabalí", señaló.
Por ello, reivindicó la labor medioambiental y de vertebración territorial que efectúan los ganaderos. A su juicio, apostar por el cuidado del entorno es abogar por que "haya agricultores y ganaderos que limpien el monte". Recordó que la Xunta dedica una media de 100 millones de euros anuales a labores de prevención y extinción de incendios. "¿No será mejor mantener las ayudas para que ese productor gestione esas hectáreas no apagando fuegos, sino limpiándolas con las vacas y previniendo?", se cuestionó. También se dirigió a los grupos ecologistas, a los que recordó que los productores agrarios, en su mayoría por debajo del salario mínimo, cuidarán de lobos y jabalíes "con el dinero de todos". Por último, pidió que se acaben los "dobles discursos" y que si se defiende el reequilibrio territorial de costa e interior no se cierren escuelas, comedores o centros sanitarios.
Varios grupos de jóvenes y adultos de mediana edad amenizaron la marcha tocando grandes tambores e instrumentos de sonido metálico y estruendoso que le dio un carácter casi festivo a la marcha, en la que también participaron personas disfrazadas con trajes tradicionales del Entroido ourensano y de vacas 'rubias' gallegas. Unas 2.300 personas confirmaron su asistencia a la degustación de carne de cuatro terneros de 200 kilos asados 'ao espeto' por dos profesionales vascos en el Mercado de Gando de Amio.
R.