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Víctimas del accidente de tren en Angrois dan las gracias a los gallegos por su apoyo y piden que tragedias como la del Alvia no se repitan

Víctimas de este accidente han acudido a la Cidade da Cultura de Santiago de Compostela a recoger la Medalla de Galicia otorgada en homenaje a los fallecidos y lesionados, un galardón que este año también ha reconocido la labor de los servicios de emergencias y seguridad y de los servicios sanitarios y voluntarios. Dos víctimas del siniestro, Óscar Luis Mateos y Natalia Máiz, han sido los encargados de recoger, de manos del presidente de la Xunta, la Medalla de Oro de Galicia.

En su discurso, visiblemente emocionado, Óscar Luis Mateos ha tenido un recuerdo para los fallecidos y palabras de agradecimiento de los heridos. "Los que tuvimos la fortuna de volver a nacer, sólo os podemos dar las gracias. Gracias, pueblo gallego, gracias por secar nuestras lágrimas". Natalia Máiz también ha mencionado a los 79 fallecidos en esta tragedia que, "siempre estarán en nuestros corazones" y ha considerado la Medalla un "homenaje a todos los que viajaban" en ese tren. Máiz, que ha expresado su temor a "revivir tan dolorosa experiencia", fue el 24 de julio de 2013 "testigo de la gran labor realizada" por voluntarios y profesionales de emergencias y se ha quedado "sin palabras para agradecer" la actitud de los vecinos de Angrois, especialmente las tres personas que la ayudaron a "salir del vagón" y "cogieron" su mano. También tuvo un recuerdo para "todos los fallecidos y heridos, así como para sus familiares", y "con el deseo y la esperanza de que no se vuelva a repetir un accidente de semejantes características".

El acto, que ha contado con una amplia presencia institucional, ha estado marcado, no obstante, por la ausencia de los vecinos de Angrois, que también han sido reconocidos con la Medalla de Galicia. Los vecinos expresaron en su momento que no acudirían al acto por considerar que el día elegido -el 24 en lugar del tradicional 25 de julio- era una jornada de "homenaje a las víctimas" y "recogimiento", y no de celebración. Frente a la plataforma de víctimas Apafas, que ha acudido al acto, la Plataforma de Víctimas Alvia 01455 ha rechazado públicamente la concesión de la medalla, asegurando que no se sienten "héroes" y que "todas las mentiras" descubiertas en el proceso judicial "no pueden maquillarse dando ninguna medalla".

Tras manifestarse en el Obradoiro, un grupo de integrantes de esta Plataforma se han desplazado hasta la Cidade da Cultura para tratar de intervenir en el acto y exponer los motivos por los que rechazan la medalla.
Sin embargo, a su llegada se han encontrado con un cordón policial que les ha impedido la entrada en el recinto. "Pensamos que no nos dejarían, pero no que ni siquiera nos dejarían entrar, con un batallón de policía como si fuéramos terroristas", criticó Teresa Gómez Limón, una de las portavoces.

Además de la Medalla de Oro a las víctimas, en el acto se ha entregado la Medalla de Galicia a los profesionales y voluntarios de la salud, entre los que se encontraban representantes de los profesionales sanitarios del área de Santiago, Urxencias Sanitarias 061-Galicia, Centro de Transfusión de Galicia, Instituto de Medicina Legal, Grupo de Intervención Psicológica en Catástrofes y donantes de sangre. En nombre de este grupo profesional ha intervenido en el acto Julián Álvarez Escudero, profesional sanitario del área de Santiago que, visiblemente emocionado, ha garantizado que no tienen "ningún mérito para recoger esta Medalla", dado que esa jornada los profesionales "hicieron su trabajo, y lo hicieron bien".

Con el recuerdo de las víctimas en la memoria, Julián Álvarez ha hablado del "miedo" que sintió ese día y su trabajo para "curar", "mejorar" la situación de los heridos y "consolar siempre" a las víctimas. Finalmente, ha tenido palabras de reconocimiento para el colectivo de estudiantes de medicina y enfermería que esa jornada colaboraron en las labores de asistencia. También han recibido una Medalla de Galicia los profesionales y voluntarios de los servicios de emergencias y seguridad, entre los que figuraban representantes de Bomberos, Axega, Policía Local de Santiago, Policía Nacional, Policía adscrita a la Comunidad Autónoma, Guardia Civil, Protección Civil y Cruz Roja. Marcos Moar, representante de Protección Civil y portavoz del colectivo tras la recepción de la medalla, ha recordado el trabajo de los distintos efectivos el 24 de julio de 2013, cuando "sobre Compostela caía la noche más triste" y ha recordado a las víctimas y a sus compañeros, incluidos aquellos que no llegaron a ser movilizados pero que estaban dispuestos para ello.

Antes de la clausura del acto con una actuación musical y el himno gallego, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha dirigido unas palabras a los presentes en un acto en el que "Galicia loa a Galicia". En un discurso interrumpido por la emoción, el presidente gallego ha asegurado que "todos los idiomas del mundo serían insuficientes para expresar lo que siente" el pueblo gallego ante la tragedia y ha "resumido" en una palabra la intención de las Medallas de Galicia, la de agradecer. "Gracias, muchas, muchas gracias". Núñez Feijóo ha pedido para las víctimas "esa forma de inmortalidad que es la memoria" y ha confiado en que el recuerdo de ellos y sus familias "quede impreso para siempre en la historia" de Galicia. "Echamos mano del idioma que es patrimonio de todos desde que Galicia existe para decir que en aquel lugar lleno de dolor estaba un país entero. Cada brazo tenía la fuerza de todos los gallegos, cada esfuerzo, la energía de personas anónimas que vivieron el drama deseando estar allí colaborando", ha apuntado el presidente gallego.

Núñez Feijóo dejó espacio para recordar la "solidaridad" de los gallegos y el "heroismo espontáneo" que "no necesita esperar por reconocimientos o gratificaciones" y que demuestra que "juntos, somos más". De hecho, ha resaltado estos elementos como características de los gallegos a la hora de enfrentarse a "calamidades de todo tipo". "Cada vez que Galicia fue puesta a prueba, reaccionó como lo hizo el 24 de julio de 2013. Ese día no fue una excepción, sino un paso más en los ejemplos solidarios".

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha rechazado "polémicas" cuando se cumple un año del accidente ferroviario del Alvia en el que fallecieron 79 personas y hubo decenas de heridos, y ha reivindicado la decisión de entregar las Medallas de Oro de Galicia a los colectivos vinculados con el siniestro para que "nadie" olvide lo ocurrido ya que la comunidad "no olvida" y quiere "memoria y justicia". En el primer aniversario de la tragedia, tras ser preguntado sobre las que las víctimas en relación a la actuación de Adif y Renfe, así el supuesto "retraso y ocultación" a la hora de entregar documentación relevante para la causa judicial, Feijóo ha rechazado entrar en polémicas y ha señalado que este jueves se entregan las Medallas de Oro de Galicia a los colectivos ligados al accidente ferroviario.

Feijóo ha advertido de que lo que corresponde a la Xunta es "recordar la memoria" de las víctimas para que éstas permanezcan "en la memoria de Galicia para siempre", así como reconocer la labor de los profesionales que trabajaron en la noche del accidente. "Y eso es lo que vamos a hacer, además de sentirnos orgullosos como pueblo de lo que hicimos". "No voy a entrar en ninguna otra consideración y mucho menos en el día de hoy", ha remarcado el presidente, quien ha apuntado que la asociación de víctimas mayoritaria ha confirmado que recogerá la distinción de la Medalla, mientras que la plataforma que representa a un número menor entiende que no debería entregarse este galardón "porque las víctimas no son héroes".

Insistió en la decisión de entregar las Medallas a víctimas, vecinos de Angrois y profesionales sanitarios y de seguridad, convencido de que es "la mejor forma de que nadie olvide" porque "Galicia no olvida y Galicia quiere memoria y justicia". "Esto es lo que quiere Galicia y lo que representa su Gobierno". En todo caso, sí ha subrayado que se han implementado hasta 22 medidas para mejorar la seguridad de los trenes de alta velocidad en España y que órganos en el Congreso han evaluado la seguridad de las vías en la comunidad. "Pero el hecho de dar las Medallas es simplemente mantener en la memoria colectiva la necesidad de dar memoria a las víctimas y hacer justicia con ellas".

Una misa en la Catedral de Santiago ha recordado a las víctimas del trágico accidente del tren Alvia en Angrois, en Santiago, en el que hace un año fallecieron 79 personas -meses después murió otro pasajero a causa de las secuelas que le dejó el siniestro- y más de un centenar resultaron heridas. En su homilía, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, ante unos 300 asistentes, ha implorado "el consuelo y la serenidad" para las familias de los afectados por el descarrilamiento, además de pedir la recuperación de los heridos y encomendar "al señor" a los fallecidos.

A la misa, que ha comenzado puntualmente a las 17,00 horas, han acudido, entre otras autoridades, el presidente y el vicepresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo y Alfonso Rueda, respectivamente; el delegado del Gobierno, Samuel Juárez; la presidenta del Parlamento y su vicepresidente primero, Pilar Rojo y Miguel Ángel Santalices, respectivamente; el portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy; el alcalde compostelano, Agustín Hernández, y otros miembros de la corporación municipal. Ya pasadas las 18,00 horas, a la salida de la iglesia, dos víctimas del siniestro han recibido a Feijóo a gritos de "teatrero" y "sinvergüenza", además de llamarle "cabrón" y reclamar una "comisión de investigación ya". Luis Buitrago, cuya hija murió en el tren hace 12 meses, ha explicado después a periodistas que su indignación se debe a que "ni PP ni PSOE quieren saber lo que pasó", y por eso "le echan la culpa únicamente al maquinista". "Pero el maquinista no fue el único responsable", ha aseverado, junto a su mujer Olga.

La misa, que ha contado con la música de un coro y ha cerrado también un tema musical interpretado por una cantante acompañada por dos músicos, ha tenido a las víctimas de Angrois en el recuerdo desde su inicio, cuando se ha señalado que "cuando una desgracia sonada" como esta ocurre, "todos nos sentimos solidarios y hermanos de los muertos, de los heridos y de sus familias". El arzobispo Julián Barrio ha saludado "con todo el afecto" a las víctimas y a las autoridades, así como a los obispos, sacerdotes y otros cargos eclesiásticos. Barrio ha tenido palabras para la "compasión" y el "heroísmo", y ha apelado a la "esperanza cristiana" como mecanismo para seguir adelante. "En la meta nos espera Cristo resucitado".

Se ha referido a la recurrente pregunta sobre "¿por qué tuvo que ocurrir esta desgracia?" y "¿dónde estaba Dios en ese momento?" para responderse a sí mismo que ese es el "grito de la angustia de quienes sufren las consecuencias del mal", pero les ha recomendado cejar en la intención de comprender estos hechos. "Debemos seguir elevando con humildad y perseverancia ese grito a Dios". Frente a la "desesperación", ha ofrecido "fe", y ha colocado la esperanza "en medio de las lágrimas". En este punto ha cambiado al gallego para proseguir pidiendo al Apóstol que acompañe a las víctimas "a traspasar el Pórtico de la Gloria celestial". "La tinta con que tenemos los nombres de los fallecidos grabados en nuestro corazón es todavía fresca", ha reconocido, ya hacia el final de la misa, antes de pedir por ellos y por los heridos "con la intercesión del Apóstol".

Fotografías: Gabinete de Comunicación de la Xunta de Galicia
R.